viernes, 13 de noviembre de 2009

La ciudad de las caras pálidas

Es así como los veo, los rostros pálidos de la gente indiferente que camina en medio de una estructura urbana oscura, rígida y excesivamente fría. Pero así es esta ciudad, y siempre ha sido así, no la reconozco como mía y la siento muy ajena a mi realidad.
Soy otro, cambiado y diferente, no se si quiero volver pero esa no es mi decisión, las circunstancias me envuelven y las decisiones van sujetas a ellas.

Las caras pálidas caminan en la ciudad, con afán y rutina van de un lado a otro. No hay nada más allá afuera, solo pensamientos brúscos y actitudes esquivas para quienes no son de acá. Sin embargo, es solo una impresión, solo el exterior. Existen otras miradas y otras perspectivas, algo mejor por suceder. La paciencia es la medida de lo que somos capaces de aguantar y soportar, seguramente que algo mejor llegará.

Por ahora sigo aquí esperando, estoy seguro de que esta situación es solo temporal. Lo considero como un tiempo de transición, de reorganización de las cosas. Tengo una proyección ambiciosa y concreta, creo que eso el lo que importa, saber al corto plazo lo que quiero.
Las caras pálidas deambulan a mi lado, y pensar que yo hice parte de este contexto. Todo está en el pasado ahora, veo este entorno simplemente como un foráneo más, como un visitante buscando un lugar estable en esta ciudad. Solo el tiempo lo dirá y aquellos que quieran darme una oportunidad. En fin, es lo que tengo que decir hasta ahora, espero fluyan más palabras y pensamientos más tarde. La expectativa es grande y los sueños también.

viernes, 18 de septiembre de 2009

Alguno de estos días…

Me levantaré pensando en que las cosas cambiarán.
Decidiré que me vida será mejor.
Haré ejercicio para sentirme bien.
Me alimentaré con la fragancia de la mañana para nutrirme de la frescura de un nuevo día.
Caminaré con pasos de gigante para llegar muy lejos.
Abriré mis ojos para ver los detalles de la vida.
Oleré con el olfato de mi perro para anticiparme al futuro.
Escucharé los sonidos que nunca contemplo.
Diré cosas que nunca he dicho.
Palparé texturas que no he tocado.
Me arriesgaré para ganar lo que nunca espero.
Y al final del día te miraré a los ojos, te diré que hicimos las cosas bien, me sentiré feliz por estar contigo y las puertas de una vida juntos se abrirán para nosotros.
Al día siguiente nos levantaremos y vislumbraremos una nueva vida para los dos.

viernes, 4 de septiembre de 2009

Crónica de un nuevo viajero

Hace aproximadamente un año mi novia me dijo que tenía planes de emprender un viaje, un viaje lejano con un destino incierto pero seguro. Un viaje que de alguna manera podría cambiar la vida de los dos. Así lo creí y estuvo bien, unos meses más tarde la fui a despedir al aeropuerto para enfrentarnos ambos a lo que sería una nueva experiencia de vida entre los dos.

Aún cuando fue ella la que se fue, experimenté paralelamente con sus testimonios lo que significaba ser nuevo en un mundo de desconocidos por conocer. Cada amanecer, cada despertar, cada comentario, cada nueva persona, cada nuevo lugar, cada nueva palabra, cada nuevo sonido. Poco a poco las experiencias se iban transformando en lo que significaba convertirse en un nuevo ciudadano. Desde la distancia mi motivación por vivir lo mismo que ella estaba viviendo iba creciendo, y las posibilidades de reencontrarme con ella también empezaban a aumentar.

A lo que voy con todo esto es que quiero contar lo que para mi significa viajar, cruzar las fronteras y encontrarme con todo un mundo nuevo de posibilidades, de experiencias, de nuevas formas de vivir y de pensar. Hay más cosas allá afuera de nuestros límites, toda una realidad desconocida pero que ciertamente vale la pena experimentar.


De ahora en adelante hablaré acerca de lo que he vivido...