viernes, 13 de noviembre de 2009

La ciudad de las caras pálidas

Es así como los veo, los rostros pálidos de la gente indiferente que camina en medio de una estructura urbana oscura, rígida y excesivamente fría. Pero así es esta ciudad, y siempre ha sido así, no la reconozco como mía y la siento muy ajena a mi realidad.
Soy otro, cambiado y diferente, no se si quiero volver pero esa no es mi decisión, las circunstancias me envuelven y las decisiones van sujetas a ellas.

Las caras pálidas caminan en la ciudad, con afán y rutina van de un lado a otro. No hay nada más allá afuera, solo pensamientos brúscos y actitudes esquivas para quienes no son de acá. Sin embargo, es solo una impresión, solo el exterior. Existen otras miradas y otras perspectivas, algo mejor por suceder. La paciencia es la medida de lo que somos capaces de aguantar y soportar, seguramente que algo mejor llegará.

Por ahora sigo aquí esperando, estoy seguro de que esta situación es solo temporal. Lo considero como un tiempo de transición, de reorganización de las cosas. Tengo una proyección ambiciosa y concreta, creo que eso el lo que importa, saber al corto plazo lo que quiero.
Las caras pálidas deambulan a mi lado, y pensar que yo hice parte de este contexto. Todo está en el pasado ahora, veo este entorno simplemente como un foráneo más, como un visitante buscando un lugar estable en esta ciudad. Solo el tiempo lo dirá y aquellos que quieran darme una oportunidad. En fin, es lo que tengo que decir hasta ahora, espero fluyan más palabras y pensamientos más tarde. La expectativa es grande y los sueños también.

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